Descripción
Elimina lo “negro” y la mala suerte que se pega a tu piel y recupera la parte que Dios tiene reservada para ti.
¡Deja las sombras por la Luz! Dios, en su infinita misericordia, nos concede a todos la parte del placer, la alegría y el amor que merecemos. ¡Todos tienen derecho a su parte! Pero las palmas del éxito y la corona de la felicidad se nos pueden robar. Por lo tanto, nuestra parte "vampirizada" beneficia a aquellos que nos arrojaron el "negro" o simplemente se destruye.
Con todo, es bastante normal que no todo nos salga bien en cada momento, ¡porque Dios tiene sus horas! No hace falta ser un cabalista informado para saber que nuestra vida terrenal es parte de ciclos ... Pero donde las cosas ya no van más, es cuando el reloj divino es perturbado por las acciones de los enemigos. visible o invisible! Entonces estamos en las garras de la mala suerte, los tormentos, los fracasos: entonces debemos deshacernos de estas infestaciones. Por ejemplo, debes saber que nueve años consecutivos de mala suerte en un dominio (amor, dinero, salud, trabajo ...) solo puede encontrar su origen en las esferas de la involución (legiones infernales).
¿Cómo reconocer estas prácticas demoníacas de magia negra y brujería? Estos hechizos se caracterizan por diversas manifestaciones: mentales, psicológicas, físicas y materiales. En general, la gravedad aumenta con el poder del hipnotizador, pero esto también depende de la capacidad de resistencia del hechizo. Pero, desde el punto de vista psicológico, el sujeto muestra signos de nerviosismo excesivo, cultiva un sentimiento de persecución y malestar general. En el físico, aparecen una cierta cantidad de dolores y más particularmente en la cabeza o en la parte inferior del abdomen. A nivel material, vemos una degradación de los objetos a los que estaba apegado el hechizado, mal negocio a nivel profesional ... En el eje de la espiritualidad, a pesar de los ritos y oraciones, nada se libera, la duda se instala y la fe se desvanece ...
¿Cómo y con quién practicar el exorcismo? Para lograr librarse de tales actos y recuperar la parte que el Señor nos ha reservado, ¡debemos tomar las armas! No los de magia o brujería que son muy peligrosos, sino los de tradiciones cristianas. Es aquí donde tiene su lugar este rito conocido como “desvinculación”, cuyo Gran Ordonnancer es el Arcángel Mébaël.
Mebahel, por su fuerza de combate, se alejará de ti y exorcizará los poderes malignos que te dañan. De hecho, su poder se ejerce contra las fuerzas del mal al aniquilar todo lo que Dios le ordena destruir. De su espada vengativa, destruirá las emanaciones de las diez órdenes demoníacas que bloquean su destino divino. Para esto necesitarás practicar este Rito de Liquidación.
Este rito se puede realizar en cualquier época del año, si es necesario. Luego, cada diciembre, para una protección regular durante toda su vida, será una buena idea reactivarlo realizando la “Novena de Liquidación” que se encuentra en las instrucciones.