A veces nos vemos obligados a dejar nuestro lugar de residencia por un período de tiempo que puede despertar la lujuria. Vacaciones, estancias hospitalarias, convalecencias… Suele ocurrir cuando se producen robos y allanamientos. La fuerza de este Salmo será eficaz para proteger su morada.
¿Cómo usar este salmo?
(30: 1)
Salmo. Canción para la dedicación de la casa. De david
(30: 2)
Te exalto, Señor, porque me has exaltado,
No querías que mis enemigos se regocijaran por mí.
(30: 3)
Señor mi Dios! Te llamé y me sanaste.
(30: 4)
Jehová hiciste subir mi alma de la tumba,
Me devolviste a la vida lejos de los que descienden al abismo.
(30: 5)
Canten al Señor, los que lo aman,
¡Celebra por tus alabanzas su santidad!
(30: 6)
Porque su ira dura un momento, pero su gracia toda su vida;
Por la tarde llegan las lágrimas y por la mañana la alegría.
(30: 7)
Dije en mi seguridad: ¡Nunca vacilaré!
(30: 8)
¡Eterno! por tu gracia habías fortalecido mi monte ...
Escondiste tu rostro, y me turbé.
(30: 9)
¡Eterno! Clamé a ti, clamé al Señor:
(30: 10)
¿Qué consigues derramar mi sangre,
¿Para traerme al hoyo?
¿El polvo tiene elogios para ti?
¿Ella te dice tu lealtad?
(30: 11)
Escucha, oh SEÑOR, ten piedad de mí.
¡Señor ayudame! -
(30: 12)
Y tú cambiaste mis lamentos en alegría.
Desataste mi bolso y me rodeaste de alegría
(30: 13)
Para que mi corazón te cante y no sea tonto.
Señor, Dios mío! Siempre te alabaré.